En el amor hay siempre unas palabras mágicas que son las encargadas de abrir cualquier corazón. Un “te quiero” o “eres el amor de mi vida” pueden desbloquear cualquier cerradura. Pero, antes de que lleguen estas palabras, existen una serie de precedentes que provocan que las barreras caigan y los corazones se unan.
Leo dispone de una energía romántica muy evidente, pero también dramática, ya que sólo se enamora y abre su corazón con el primer amor. Luego, si este amor le hace sufrir y hay daño, es capaz de cerrarlo de por vida. Se vuelve muy exigente y lo mejor que se puede hacer para ganarse su corazón de nuevo, es ir dándole toda la confianza del mundo y armarse de paciencia.