Es inútil negarlo, la mujer de la balanza se enamora de hombres estéticamente atractivos y fascinantes, que parecen ser verdaderos ángeles caídos del cielo.
Por supuesto, si demuestran que carecen de contenido, los dejarán ir, pero es seguro que nunca serán vistos junto a alguien que no sea un Adonis.