Tu lado perfeccionista es el más criticado, Virgo, pero también es el más envidiado aunque te cueste creerlo. Eres una máquina cuando se trata de resolver dudas, problemas o cuando tienes que trabajar en algo nuevo. Pero ese afán por el perfeccionismo te agota bastante porque no puedes dejar algo a medias y tampoco puedes delegar a los demás algo que sientes que es tu responsabilidad. Eres capaz de trabajar por encima de lo que te pertenece solo para tener asegurado que todo va a salir como quieres que salga. Es un don que a la vez puede ser tu perdición, pero es tuyo y de nadie más.